Un mensaje, un engaño… y una defensa que marcó la diferencia
Laura es una persona como cualquiera de nosotros: prudente, responsable y con total confianza en su banco de siempre. Todo cambió un día cuando recibió un SMS. Venía del mismo canal de mensajes que usaba su entidad, ABANCA. El aviso era claro: “Estás instalando tu banca móvil. Introduce el código para finalizar.”
Laura pensó que el banco estaba protegiendo su cuenta. Siguió las indicaciones, segura de que estaba actuando bien. Lo que no sabía es que detrás se escondía un fraude perfectamente orquestado. En cuestión de minutos, su cuenta se vació: 5.050 € desaparecieron en operaciones que jamás autorizó.
Desesperada, acudió a nosotros. En Batlle & Seoane Abogados analizamos su caso, revisamos los movimientos, las comunicaciones del banco, y demostramos que Laura fue víctima de un engaño sofisticado. Que ella actuó con la prudencia que cualquier ciudadano tendría. Y que fue el banco el que no supo frenar las operaciones claramente sospechosas.
El resultado: el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Pontevedra condenó a ABANCA a devolverle todo su dinero. Porque los bancos tienen el deber de proteger a sus clientes, incluso frente a fraudes difíciles de detectar.
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